El partido carlista antimonárquico español

Caracterizado por su prudencia, el arrojado partido Carlista Antimonárquico Español (CAE) es una fuerza internacionalista que, desde la flexibilidad, aboga por la rectitud moral, por un tradicionalismo actual y renovador, por un dinámico inmovilismo. Ante la ficticia realidad que se pinta a los españoles, el único remedio es una enfermiza serenidad exaltada: las esclavizantes libertades que los sempiternos jovenzuelos hoy adoptan, abortando todo recuerdo de su misión de sumisión ante sus mayores, son una de entre muchas perfectas averraciones.

Superficialmente, nuestro fondo filosófico es materializar los ideales eternos de honor, gloria y justicia, y desterrar los mundanos ídolos de dinero y apariencias. Así, encuadrando en el globo nuestros valores, encadenándolos al mundo, este será libre. Políticamente, respecto de España, un gran poeta español escribía los siguientes versos, de actualidad vigente, pero la gente no me vio:

Castilla miserable, ayer dominadora,

envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora.

¿Espera, duerme o sueña? ¿La sangre derramada

recuerda, cuando tuvo la fiebre de la espada?

Todo se mueve, fluye, discurre, corre o gira;

cambian la mar y el monte y el ojo que los mira.

¿Pasó? Sobre sus campos aún el fantasma yerra

de un pueblo que ponía a Dios sobre la guerra.

Ciertamente, esta falsa sociedad de la suciedad se sacia de violencia vacía, poniendo a la guerra sobre Dios, y Castilla la Mancha queda mancillada. Nietzsche escribía “Dios ha muerto. Dios sigue muerto. Y nosotros lo hemos matado”, entendiendo por Dios el conjunto de valores occidentales. Para resucitarlo, estas elecciones, ¡arriba el CAE!